La Eficiencia energética de un edificio se refiere a reducir el consumo de energía. Para ello, no solo va a contar nuestra actitud como consumidores, sino con mejoras en el Edifico que consigan lograr una buena eficiencia energética: aislamiento, puentes térmicos, ventilación y hermeticidad.

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Cuando hablamos de Aislamiento de un edificio, nos referimos a su capacidad para aislar el ambiente interior del exterior. Dependiendo de su localización, orientación geográfica y materiales de construcción su eficiencia varía, y desde Obras y Reformas Levante podemos ayudarle, realizando una Rehabilitación energética, abordando diferentes partes del mismo, como fachadas, cubiertas, techos, suelos, tabiquería interior, cerramientos y ventanas.

Un correcto aislamiento térmico además de proporcionarnos bienestar y ahorro energético, nos proporciona un aislamiento acústico que agradeceremos, ya sea por nuestra fachada, como con las zonas comunes o viviendas contiguas, y por supuesto, conseguimos una mejora estética de nuestro edificio o vivienda.

Otra ventaja a tener en cuenta, además del objetivo principal que es evitar las pérdidas de frio o calor, tras realizar el mismo, evitaremos la formación de moho y condensaciones superficiales, y protegeremos los muros de la radiación solar directa, que aumenta su temperatura y produce una degradación prematura.

  • Aislamiento de fachadas. 

El trabajo se realiza en los muros de la vivienda, ya sea los exteriores mediante sistemas como SATE (Sistema de Aislamiento Exterior), o por el interior mediante aislantes (aislantes reflexivos o convencionales) suplementando tabiquería. También se realiza inyectando aislante en la cámara de aire. Dependiendo de la orientación del edificio puede realizarse un aislamiento más riguroso en la fachada norte (viviendas de climas fríos) o de la fachada sur (viviendas de climas cálidos).

  • Aislamiento de cubierta. 

Se realiza aplicando el aislamiento en la cubierta. Para poder realizar el mismo, será necesario también su impermeabilización.

  • Aislamiento de suelos y techos. 

Recomendamos este trabajo en las zonas en las que estén en contacto con el exterior o zonas no habitables, como garajes, rampas de acceso, o trasteros, etc..

  • Aislamiento de tabiques interiores. 

Aconsejamos este trabajo en viviendas que estén en contacto con zonas comunes no climatizadas u otras viviendas.

  • Aislamiento de instalaciones y tuberías. 

Este tratamiento está más enfocado para los avientes fríos o muy calurosos, evitando así la pérdidas energéticas especialmente si se ubican o circulan por el exterior.

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